lunes, 3 de mayo de 2010

LA POBREZA

. Introducción




La pobreza es hambre. La pobrezaes falta de techo bajo el cual resguardarse. La pobreza es estar enfermo y no poder ser atendido por un médico. La pobreza es no poder ir a la escuela y no saber leer. La pobreza es no tener trabajo, tener miedo al futuro y vivir día a día. La pobreza es perder a un hijo debido a enfermedades relacionadas con el agua impura. La pobreza es impotencia, falta de representación y libertad.

La pobreza tiene varias dimensiones que cambian dependiendo del lugar y el tiempo y se ha descrito de varias formas. Generalmente la pobreza es una situación de la que uno se quiere escapar. Por lo tanto la pobreza es una llamada a la acción, tanto para los pobres como para los ricos, la pobreza es una llamada a cambiar el mundo para que más ciudadanos tengan suficientes alimentos, cobijo, educación y salud, protección a la violencia y voz en sus comunidades.



La pobreza en un mundo caracterizado por la desigualdad

Nuestro mundo se caracteriza por una gran pobreza en medio de la abundancia. De un total de 6.000 millones de habitantes, 2.800 millones —casi la mitad— viven con menos de US$2 diarios, y 1.200 millones —una quinta parte— con menos de US$1 al día; el 44% de este grupo se encuentra en Asia meridional. En los países ricos, los niños que no llegan a cumplir cinco años son menos de uno de cada 100, mientras que en los países más pobres una quinta parte de los niños no alcanza esa edad. Asimismo, mientras que en los países ricos menos del 5% de todos los niños menores de cinco años sufre de malnutrición, en las naciones pobres la proporción es de hasta el 50%.

Esta situación de miseria persiste a pesar de que las condiciones humanas han mejorado más en el último siglo que en todo el resto de la historiade la humanidad: la riqueza mundial, los contactos internacionales y la capacidad tecnológica son ahora mayores que nunca. Pero la distribución de esas mejoras ha sido extraordinariamente desigual. El ingreso promedio en los 20 países más ricos es 37 veces mayor que el de las 20 naciones más pobres; esta brecha se ha duplicado en los últimos 40 años. Además, la experiencia de las distintas partes del mundo ha sido muy diversa. En Asia oriental el número de personas que vivían con menos de US$1 al día bajó de unos 420 millones a alrededor de 280 millones entre 1987 y 1998, a pesar de los reveses sufridos a causa de la crisis financiera. En cambio, en América Latina, Asia meridional y África al sur del Sahara el número de personas pobres no ha dejado de aumentar. Y en las naciones de Europa y Asia central que están en la etapa de transición hacia economías de mercado, el número de personas que viven con menos de US$1 diario se ha multiplicado por más de 20.

También se han registrado importantes avances y graves retrocesos en indicadores cruciales de la pobreza distintos del nivel de ingreso. En la India ha ascendido sustancialmente el número de niñas que asisten a la escuela; en el estado más adelantado del país, Kerala, la esperanza de vida es mayor que en otros lugares del mundo con niveles de ingreso varias veces superiores (como la ciudad de Washington). Pero en los países de África más castigados por la epidemia de VIH/SIDA, como Botswana y Zimbabwe, uno de cada cuatro adultos está infectado, los que quedan huérfanos a causa del SIDA se están convirtiendo en una abrumadora carga para los mecanismos tanto tradicionales como formales de protección, y pronto se esfumarán todos los progresos de la esperanza de vida conseguidos desde mediados del siglo XX. Las diferencias existentes a nivel mundial en las tasas de mortalidad infantil —en África al sur del Sahara son 15 veces mayores que en los países de ingreso alto— dan una idea de las enormes divergencias existentes.

Hay asimismo grandes discrepancias en los distintos niveles subnacionales y en el caso de las minorías étnicas y de las mujeres. El crecimiento beneficia en grado muy distinto a las diferentes regiones de un país. En México, por ejemplo, el nivel global de pobreza experimentó un descenso, aunque modesto, a principios de los años noventa, pero la pobreza aumentó en la región sudoriental del país, que es más pobre. También hay desigualdad entre diferentes grupos étnicos de muchos países. En algunas naciones africanas las tasas de mortalidad infantil son más bajas en los grupos étnicos que detentan el poder político, y en los países latinoamericanos la tasa media de escolarización de los grupos indígenas no llega en muchos casos a las tres cuartas partes de la que se observa en los grupos no indígenas. Por otra parte, la situación de las mujeres sigue siendo más desfavorable que la de los hombres. En Asia meridional, el número de años que las mujeres asisten a la escuela es aproximadamente la mitad del correspondiente a los hombres, y en el nivel secundario las tasas de matrícula femeninas sólo equivalen a dos tercios de las masculinas.







2. Las tendencias de la pobreza

Los niveles de vida han mejorado….

Los niveles de vida han mejorado drásticamente en los últimos 30 años. El crecimiento de consumos per capita en países en vías de desarrollo ha ascendido de un 1,4 por ciento al año entre 1980 y 1990 y de un 2,4 por ciento entre 1990 y 1999. Como resultado millones de personas han superado su situación de desesperante pobreza. A pesar del progreso mencionado la población de los países en vías de desarrollo ha crecido rápidamente, pasando de 2.900 millones en 1970 a 5.080 millones en 1999, y muchas personas han seguido naciendo pobres.

La proporción de la población del mundo en vía de desarrollo que vive en extrema pobreza económica, definida como subsistencia con menos de un dólar al día (en dólares del 1993, ajustados para explicar diferencias en poder adquisitivo en los distintos países), ha descendido de un 28 por ciento en 1987 a un 23 por ciento en 1998.

Verdaderos adelantos en indicadores sociales han acompañado al crecimiento de los ingresos en término medio. La mortalidad infantil ha descendido de un 107 por 1.000 nacimientos en 1970 a un 59 por 1.000 en 1999. En general, la expectativa de vida ha aumentado de cuatro meses cada año desde 1970. El crecimiento en producción alimentaria ha superado substancialmente al crecimiento de la población. Los gobiernos han informado de un rápido progreso en matriculaciones de educación primaria. El porcentaje de adultos que ya saben escribir y leer también ha aumentado de 53 por ciento en 1970 a 74 por ciento en 1998. Las diferencias de génerose han estrechado: la diferencia en el porcentaje de chicos a chicas en educación primaria ha bajado de 11 en 1980 a 5 en 1997. Hoy en día el mundo en vía de desarrollo es más sano, está mejor alimentado y está mejor educado.

... pero grandes disparidades regionales todavía persisten

Mientras la reducción de la pobreza ha progresado a nivel mundial, esta reducción no ha sido uniforme, y grandes disparidades regionales todavía persisten.

La pobreza está creciendo rápidamente en Europa y Asia Central y continúa creciendo en África Subsahariana. En Asia, donde viven la mayoría de los pobres, la proporción de personas que viven en pobreza ha descendido dramáticamente en las últimas décadas, pero la reciente crisis está parando el progreso. Alrededor de 4 en 10 familias (más de 500 millones de personas) todavía viven en pobreza en Asia del Sur.

Hay también grandes diferencias regionales en un número de indicadores sociales.

Todas las regiones en vías de desarrollo han experimentado una disminución en la mortalidad infantil. De todos modos, el índice de mortalidad infantil en Asia del Sur sigue siendo más o menos igual que el de la mortalidad infantil en el Asia del Este de principios de los años 70. Estas cifras indican un escaso avance en Asia del Sur al igual que favorables condiciones iniciales en Asia del Este. En África Subsahariana, la mortalidad infantil es superior a la de Asia del Este, y la mortalidad de niños menores de 5 años está subiendo a causa de la epidemia de SIDA. En general, 151 de 1.000 niños africanos mueren antes de cumplir cinco años, y 92 de 1.000 niños mueren antes de cumplir un año de vida. Nueve países africanos tienen un porcentaje de mortalidad infantil inferior a cinco años (Angola, Burkina-Faso, Guinea-Bissau, Malawi, Mali, Mozambique, Níger, Ruanda, y Sierra Leona).







El total de matriculaciones en escuelas primarias ha aumentado en todas las regiones. Pero la proporción en África Subsahariana, que había ascendido de 51 por ciento de la población elegible a 81 por ciento en 1980, ha descendido a un 78 por ciento en 1994 reflejando problemas más complejos. Otra vez, estos porcentajes reflejan grandes disparidades en ciertos países. Nueve países en África tienen menos de la mitad de sus niños matriculados en escuelas primarias (entre ellos: Burkina Faso, Etiopía, Mali, y Níger).



Finalmente, las diferencias de género en educación también varían mucho según las regiones. Tanto en África central y occidental cuanto en África del Norte y en Asia del Sur, los porcentajes de chicas en las escuelas son mucho más bajos que los porcentajes de chicos, por mientras en algunos países de América Latina en las escuelas hay más chicas que chicos.



3. Dimensiones de la pobreza



Para saber qué es lo que ayuda a aliviar la pobreza, lo que funciona o no funciona, lo que cambia a través del tiempo, la pobreza se tiene que definir, medir y estudiar y a veces, incluso, vivir. Como la pobreza tiene varias dimensiones se tiene que mirar a través de varios indicadores, niveles de ingresos y consumo, indicadores sociales y más recientemente indicadores de vulnerabilidad de riesgos y acceso socio-político.

Hasta ahora la mayoría de los estudios sobre la pobreza se han basado en medidas de consumo o ingresos. En los últimos tiempos algunos de los estudios examinan también otras dimensiones de la pobreza.



Medir la pobreza

¿Cómo se mide la pobreza a nivel de país?

La manera más común de medir la pobreza es a través de los niveles de ingreso o consumo. A un individuo se le considera pobre si su nivel de ingreso o consumo se sitúa por debajo de un nivel mínimo que le permita satisfacer sus necesidades básicas. A este nivel mínimo se le suele denominar "línea de pobreza". Lo que es necesario para satisfacer las necesidades básicas varía a través del tiempo y las sociedades. Por lo tanto, las líneas de pobreza varían según el tiempo y el lugar, y cada país utiliza líneas que son apropiadas en relación con su nivel de desarrollo, normas y valores sociales.

La información sobre el consumo y el ingreso se obtiene a través de encuestas por muestreo en las cuales se hacen preguntas a las unidades familiares sobre sus hábitos de gasto y fuentesde ingreso. Estos tipos de encuestas se complementan cada vez más con técnicas participativas, en las que se pregunta a los individuos cuáles son sus necesidades básicas y cómo definirían el término pobreza.

Lo que es interesante es que los resultados de nuevas investigaciones demuestran un alto grado de concordancia entre líneas de pobreza basadas en evaluaciones objetivas y subjetivas de las necesidades.



4. ¿Cómo se mide la pobreza a nivel global?



Cuando se estima la pobreza a nivel mundial, se tiene que usar la misma línea de pobreza de referencia, y expresarla en una unidad común a través de los países. Por lo tanto, a efectos de agregar y comparar datos a nivel global, el Banco Mundialusa líneas de referencia de $1 y $2 por día en dólares de 1993 en términos de la Paridad del Poder Adquisitivo (PPA) (donde la PPA mide el poder adquisitivo relativo de las monedas a través de los países). Se ha estimado que en 1998 1200 millones de personas en el mundo tenían niveles de consumo inferiores a $1 por día - 24 por ciento de la población de los países en desarrollo - y 2800 millones de personas vivían con menos de $2 diarios. Estas cifras están por debajo de las estimaciones anteriores, lo que indica que algún progreso ha tenido lugar, pero siguen siendo demasiado altas en términos de sufrimiento humano, y queda mucho por hacer. Y se debe enfatizar que, para analizar la pobreza en un país determinado, el Banco Mundial siempre usa líneas de pobreza basadas en las normas de dicha sociedad.

Dado el tiempo que toma recopilar y sistematizar los datos de las encuestas de los hogares, de donde son extraídas las cifras anteriores, y la complejidad del ejercicio de estimación, estas cifras aparecen con un retraso y se actualizan solamente cada tres años.



Nuevas direcciones en la medición de la pobreza

Aunque que se ha realizado gran progreso en la medición y análisis de la pobreza del ingreso, se necesitan más esfuerzos para medir y estudiar todas las otras dimensiones de la pobreza. Para la preparación del Informe sobre el Desarrollo Mundial: Lucha Contra la Pobreza, publicado en septiembre del 2000 se ha realizado mucha investigación en las otras dimensiones de la pobreza -la definición de indicadores cuando eso fue necesario, la recolección de datos y la evaluación de tendencias. La agenda del Informe sobre el desarrollo mundial ha incluido tanto la unión de indicadores sociales comparables y de alta calidadpara la educación, la salud, y el acceso a servicios e infraestructura como el desarrollo de indicadores que examinan otras dimensiones - por ejemplo el riesgo, la vulnerabilidad, la exclusión social, el acceso al capital social. El programade trabajo, además, ha incluido métodos de comparar un conceptomulti-dimensional de pobreza, cuando la agregación de todas las dimensiones en un solo índice podría no tener sentido.

Además de extender la gama de indicadores de pobreza, es necesario trabajar en la integración de los datos obtenidos a través de encuestas por muestreo con la información obtenida de por medio técnicas más participativas, las cuales usualmente ofrecen observaciones interesantes sobre por qué los programas tengan menor o mayor éxito. Los enfoques participativos ilustran: la naturaleza del riesgo y de la vulnerabilidad, cómo los factores culturales y étnicos interactuan y afectan la pobreza, cómo la exclusión social limita la participación de las personas en el desarrollo, y cómo las barreras hacia esa participación pueden ser eliminadas. De nuevo, trabajo en la integración de análisis de la pobreza basadas en encuestas por muestreo y en técnicas participativas ha sido realizado para la preparación del Informe sobre el desarrollo mundial.



De la medición del progreso a la acción

Los cambios en las mediciones de pobreza, y en los indicadores sociales, a través del tiempo y los lugares revelan si las políticas para reducir la pobreza están funcionando o no, tanto a nivel global como a nivel de país. Indicadores de nivel de proyectoindican si un programa ha funcionado o no. Saber si ha habido progreso, y dónde ha habido progreso en alcanzar la Estrategia XXI ayudará e influenciará el diseño de políticas y proyectos.

El conocimientosobre lo que funciona para reducir pobreza tiene que, primero y más importante, guiar en la formación de políticas y programas de un país. Es por esta razón que es esencial que en cada país exista capacidad de estudiar la pobreza y analizar el impacto de los proyectos y programas. El Banco Mundial continua a trabajar en varios países para fortalecer las capacidades locales aconsejando lo que funciona o no.

El mismo conocimiento debe también influenciar las decisiones sobre el tipo de ayuda que el Banco Mundial ofrece a los países. Por esto tiene gran importancia basar la formulación de las Estrategias de asistencia a los países (EAP) sobre recientes análisis de pobreza y asegurar que las políticas y proyectos que nosotros apoyamos son los que prometen el mayor impacto en términos de reducción de pobreza.

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